sábado, enero 06, 2007

Después de hacer la mochila

Parece que es así, nomás. Parece que los viajes empiezan el día anterior a la partida, andando en bicicleta por Buenos Aires. Porque dentro de horitas nomás (estoy muy cansado) parto hacia Humahuaca, provincia de Jujuy, y luego Bolivia. Y hoy anduve en bicicleta: fui a Paternal, fui a Once. Aprendí cosas muy importantes. Por ejemplo: si uno agarra Malabia, después de Warnes aparece Honorio Pueyrredón, y después San Martín. Inédito. O sea que Honorio y San Martín serían paralelas a Corrientes, un poco más allá, cuando Canning ya se deshizo en Warnes (Trosman: Warnes y Canning, Warning) y aparece la misteriosa plaza de la calle Olaya...
Me voy Bolivia. Todo el mundo la pasó bien en Bolivia. Yo no entiendo muy bien con qué me voy a encontrar. La llaman "El Tibet de América". Es la tierra de Evo y Petrobrás. Me encantaría ir a una de esas plantas de Petrobrás. También a Potosí, pero a Potosí voy a ir seguro. De las plantas bolivianas de Petrobrás que veo en el diario me encanta la llama eterna, la llama que quema los gases inutilizables, la llama que extirpa el espíritu milenario de Bolivia, oculto bajo la tierra que pisamos y sostenido por el magma boliviano, el magma más activo del mundo.
Me voy con Yaiza y Esther. Yaiza, amiga de Madrid, más precisamente de La Deheza de la Villa. Un hermoso nombre para un lindo barrio. Línea naranja, estación Valdezarza. Vamos a parar en pensiones, que es lo que se estila en Bolivia, y no en cámpings. Me llevo el Quijote, la segunda parte, y nada más. Me llevo mi flamante reproductor de mp3. Eso fui a hacer hoy a Paternal. Me grabé/copié buenos discos: Anatomía, 30 minutos de vida, Buena suerte, el Dark side, y varios más. Me copié varios temas de Miguel Abuelo: «Buen día, día» y «Vasos y besos».
Después fui a Once. Mi abuela tuvo un problema de salud así que la tarde se licuó. A casa, a una clínica, a otra clínica...
Mañana estaré en la ruta. La empresa de micros más cara para el lugar que más me gustó en el viaje de hace tres veranos. Caminar por las montañas, conocer gente, leer... y mucha, mucha pensión. El masterplan, sin embargo, duda de su estribillo rector, el de «Vasos y besos»: ¿es "Más loco que mañana y menos loco que ayer" o "Menos loco que mañana pero más loco que ayer"?
Tupiza, Potosí, La Paz: ya sabré cantarlas.