martes, marzo 06, 2007

Gustavo Show

Veo a través, imagino la noche del diez de marzo y cuando digo esto digo gente, césped, autos, estrellas, drogas, ganas de besarse, tiempo presente, tiempo transcurrido, sonidos de Aeroparque, noche clara, viento del río y la guitarra y la voz de Gustavo Cerati. En Amor amarillo, un disco tan increíble como Bocanada, una de las canciones se titula «Avenida Alcorta». ¿Se imaginan a Cerati, al muchachito que escribió todas las letras de Signos en una noche, empuñando esa guitarra atómica y gritando “Avenida Alcorta, cicatriz / Hoy volví cansado de hablar de mí”?
En plena lucha conmigo mismo, me debato: ¿tiene sentido gozar de lo conceptual? ¿Tiene sentido preverlo y, en algún punto, planearlo? ¿Es lo conceptual una máscara, una esterilización? ¿Se puede vivir algo distinto?
A todas las chicas que tendríamos como novias les gusta Cerati. Escuchándolo, se entiende. El pibe Gustavo hace cosas muy buenas con la guitarra y en cada disco que le escucho (Bocanada, Amor amarillo. Stop) se respira un mundo.
Continentes de ese mundo flotarán como icebergs invisibles en los parques boreales de la ciudad, en la noche señalada. Habrá, quizá, que escuchar Ahí vamos para llegar al recital conociendo los temas. Pero no creo que sea muy importante esto. Los elementos importantes ya están dados: Cerati, la noche, Buenos Aires.