miércoles, junio 28, 2006

"China"

La palabra china es portadora de múltiples significados, variando éste según el área lingüística en la que nos situemos. Una de las acepciones que lista la Real Academia Española corresponde al uso adjetivo de la palabra: “Natural de China” y “Perteneciente o relativo a este país de Asia” son, así, los significados que se corresponden con el idioma castellano en su variedad estándar. Esta acepción será comprendida en todo el mundo de habla hispana. Sin embargo, se han detectado por lo menos cuatro acepciones, de ambos lados del Atlántico, que distan de esa significación.
De esos cuatro significados, podemos ver el juego que se da entre dos de ellos en la letra de la canción «Nunca es igual», de Andrés Calamaro. Este compositor ha desarrollado su carrera residiendo tanto en la Argentina como en España, y en la letra que sigue juega con la distinta significación de la palabra china en el ámbito peninsular y en el rioplatense (éste último uso se encuentra, como veremos, también en otras partes de América).

El gaucho se despierta a la mañana
y mira el horizonte otra vez
lleva sin dormir una semana
perdió una china de rojo libanés
.

El hablante rioplatense que escuche la canción entenderá que con china Calamaro se refiere a lo que el Vocabulario y refranero criollo (Tito Saubidet. Buenos Aires: Editorial Kraft, 1945) define como “Mujer de la campaña. India, pampa o mestiza. Amada, querida”. Es cierto que para ese hablante la especificación de rojo libanés será incomprensible, pero tenderá a no dudar del significado dado que ya las palabras gaucho y china postulan un definido campo semántico.
Esa acepción de la palabra tiene, significativamente, un origen quechua. El Diccionario Quechua-Español de Nidia Cobiella la sitúa como proveniente de la voz quechua chiniitai, que significa “Mujer joven y soltera. En lo familiar llega hasta ser afectivo”. En el Diccionario de regionalismos de la Provincia de La Rioja (Julián Cáceres Freyre, Buenos Aires) se la lista en lo que podría ser un diminutivo en otras regiones: “Chinita: niña. No tiene en el pueblo el sentido despectivo que le da la clase culta. Su diminutivo es chinitilla”. Vemos entonces que estaríamos hablando, en estas acepciones, de una mujer joven del ámbito rural.
Es muy interesante leer la definición que da Juan Carlos Guarnieri en su Nuevo vocabulario campesino rioplatense (Montevideo: Editorial Florensa y Lafón, 1957). Allí define china como “Mujer del indio. El gaucho dio a esta palabra bárbara un significado cariñoso / Mujer aindiada o de color moreno / Concubina del soldado”. Es posible leer en esta definición una breve historia del continente: primero, la china es la mujer del indio (hemos visto que la palabra proviene del quechua). Después se nos dice que ésta palabra bárbara tuvo un significado cariñoso entre los gauchos. Es decir: podemos ver la apropiación, en principio, de la palabra. Pero con la tercera acepción, “concubina del soldado”, nos parece estar frente a un breve resumen histórico. Ya no se trata de la apropiación de la palabra sino de la referencia. Y conociendo las vicisitudes de la implantación del proyecto liberal en el Río de la Plata es realmente sugerente (y realista) la sustancia y el orden de las acepciones.
Habíamos definido como china a una mujer joven del ámbito rural. El Diccionario de mejicanismos (Francisco J. Santamaría. Editorial Porrúa, 1959) dice: “China: encontramos la palabra en diversos países hispanoamericanos, aplicada a cierta clase de mujeres, que no es la misma en todas partes. Bogotá: chica, muchacha, rapaza. No tiene masculino. En Cuba es término de cariño entre mujeres. ´Desde que saber andar la india hasta que se casa la llaman china´”. Esta definición nos interesa porque define un perfil general americano para china pero hace notar que hay sutiles diferencias según la región de América en que se use la palabra. Y además, en la última oración, da una caracterización social: china es la mujer soltera.
Podemos volver a los juegos ambiguos de «Nunca es igual» demostrando hasta qué punto la palabra china parece estar situada en un contexto lingüístico rioplatense. En el Breve diccionario ejemplificado de americanismos (Brian Steel. Madrid: Editorial Arco Libros, 1999) se nos da, en la entrada de la palabra, un ejemplo de Manuel Puig (cabe señalar no se indica la fuente exacta): “es un tango triste, porque cuando se muera la china el gaucho se queda solo con el caballo”.
Sin embargo esa estrofa exige, para su total comprensión, la definición de china que da el Diccionario de argot español y lenguaje popular (Víctor León. Madrid: Alianza Editorial, 1980). Leemos: “China: pedacito de hachís con el que aproximadamente se puede liar un porro”. Esta acepción se encuentra sólo en la península ibérica, y aún allí sólo en una jerga utilizada en círculos sociales relativamente minoritarios. La Real Academia Española lista, en china, la siguiente definición: “f. jerg. Trozo pequeño de hachís prensado”. Con esta definición se hace comprensible la especificación de rojo libanes, al ser el rojo libanés un tipo de hachís. Cabe señalar que las dos interpretaciones, la del hablante peninsular y la del hablante rioplatense, son satisfactorias y al mismo tiempo podría decirse que excluyentes: muy difícilmente conozca el español el significado de china que hemos visto en el ámbito rural americano. En otras partes de la canción se escucha “Qué verde que amanece con María, qué fácil que parece el porvenir” (María es nombre usual en el ámbito rural rioplatense, pero también marihuana en la península) y también “Qué verde era mi valle cuando había una china siempre en mi habitación, eso sí: la cama nunca esta vacía, pero no es igual, nunca es igual”.


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